El Olympique de Marsella no sólo se define por sus resultados deportivos. Sobre todo, encarna una poderosa identidad, profundamente arraigada en la historia social y cultural de la ciudad de Marsella. Desde hace más de un siglo, el OM representa la voz del pueblo, el orgullo de una ciudad cosmopolita abierta al Mediterráneo y al mundo.

A través de sus compromisos, el club defiende los valores de solidaridad, diversidad y resiliencia. Siempre ha sido un símbolo de unidad en una ciudad polifacética. El OM une a la gente mucho más allá del terreno de juego, creando vínculos entre generaciones, barrios y comunidades.

Su papel va más allá del fútbol: a través de su fundación y de sus numerosas iniciativas locales, el OM emprende acciones concretas en favor de la educación, la inclusión, la salud y la lucha contra la discriminación. También apoya iniciativas medioambientales y sociales, demostrando una auténtica voluntad de contribuir a un futuro más sostenible.

Esta capacidad de combinar el compromiso cívico con la ambición deportiva distingue al Olympique de Marsella, respetado por su autenticidad, su voz única y la pasión inquebrantable que inspira a sus seguidores.